Todas nuestras oraciones son respondidas

La Biblia nos dice que todas nuestras oraciones son respondidas. Pero si una oración no es más que una petición fabricada por el miedo, la única respuesta posible es la evidencia de que el miedo no puede ser satisfecho en sus pretensiones. El miedo es carencia, es división y es contradicción; por lo tanto, no sabe lo que quiere. Quien es movido por el miedo, por muy fervorosas que aparenten ser sus oraciones, no puede verse complacido por el Espíritu Santo. Pedimos con amor y por amor, porque el amor es nuestra naturaleza y el miedo no es más que un no reconocimiento de esta naturaleza que somos. Igual que pedimos con amor y por amor, el Espíritu Santo responde con amor y por amor. No podemos escuchar su respuesta cuando el miedo nos ensordece. Pedimos con y por amor, y recibimos esa respuesta del Espíritu Santo con y por amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

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