La gratitud facilita el goce de la abundancia

El ego quiere que busquemos y que nunca hallemos, porque en ello está su supervivencia. El Espíritu Santo, por el contrario, nos anima a una búsqueda en la que siempre vamos a hallar, porque el objetivo no es otro que el tesoro infinito de nuestros corazones. Ese tesoro infinito que fue voluntad de Dios que disfrutáramos plenamente y es nuestra propia gratitud lo que nos hace gozar de él. La gratitud es el estado de gracia, de alegría, de dicha, en el que Dios nos crea en y para la Eternidad. La gratitud es el sentimiento amoroso más bello que podemos albergar para nuestro Creador.

Jesús María Bustelo Acevedo

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