El ego es el padre de su padre

Vivir es crear. Toda criatura tiene un creador. Por lo tanto, todo lo que hacemos está en relación, consciente o inconscientemente, con la búsqueda de Aquel que es nuestro Creador; todas nuestras resoluciones son la respuesta a esa búsqueda. Y como nosotros mismos fabricamos esa respuesta, le somos fieles a ese "dios". Cuando no reconocemos a la Divinidad como nuestro Poder (Padre) Creador, ese hueco lo cubre la necesidad de inventarnos un "padre". Esto ya es una "acción" del ego: el ego es el padre del padre que se inventa. Ningún hijo es padre de su padre, eso sólo sucede en la locura de creer que la falsedad es el mundo real, que un mundo de efectos, que es una mera proyección, es un poder causante... Si no reconocemos a nuestro Padre, que nos dejó su naturaleza en nuestros corazones, es imposible que disfrutemos de los bienes que Él nos regala, aunque paradójicamente, tomemos de ellos el carburante de nuestra limitada inventiva que no reconoce al Dios de Vida que es todo Amor.

Jesús María Bustelo Acevedo

No hay comentarios:

Publicar un comentario