En nuestro verdadero hogar no existen esas jerarquías y gradaciones con las que pretendemos desmenuzar el mundo que percibimos y segregarlo en fragmentos confrontados. La verdad es única, armónica y sin límites; sólo se comprende desde ella misma, sin que desde ella misma se conciba nada ajeno a sí.
Jesús María Bustelo Acevedo
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