No hay milagros en las tinieblas

Es en la luz, en el mundo real, en Dios, en la verdad eterna en la que somos creados, donde sentimos la presencia de los milagros, aunque no se precisen milagros en la Eternidad ni haya milagro mayor que la propia vida. Aferrados al ego (que es la no aceptación de la luz, es decir el mundo de las tinieblas), es imposible sentir estos milagros. El ego no hace milagros: el ego fabrica sus ficciones de confrontación en el mundo de la oscuridad; en él expresa su falsa religión del culto a la carencia y a un dios tan falso como remoto e indiferente, da igual que se crea o no en él... ¿Qué importancia tiene creer o no en un dios de mentira cuando se niega el milagro de la Vida, la Divinidad presente en toda la Creación?

Jesús María Bustelo Acevedo

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