Creatividad

El ego no puede destruir nuestra creatividad (ese bien que nos recuerda que Dios nos hizo a su imagen y semejanza), luego intenta identificarla con nuestro yo falso, con lo perecedero, con lo corporal. El daño que en el mundo del cuerpo podemos hacernos está en relación con esa falsa concepción de la creatividad. Porque la creatividad verdadera, la que nos define, es siempre benévola (la palabra "benévola" viene de "bien", del bien de la creatividad).

Jesús María Bustelo Acevedo

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