La paciencia del ego

Para el ego, la paciencia siempre es limitada, puesto que la interpreta como algo sujeto al tiempo y al espacio (tal como el propio ego); de ese falso concepto de la paciencia proviene la imagen del vaso que amenaza con rebosar. La paciencia del ego es una paciencia de mentira porque el ego no tiene paciencia; es decir, no es más que un fingimiento interesado.

Jesús María Bustelo Acevedo

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