Pecado y culpabilidad son los dos extremos de un mismo círculo vicioso que gira vanamente sobre sí mismo hasta que nos salgamos de ese falso juego en el que por error entramos. Y como fue un error, precisamente por eso puede ser corregido, y con ello retornamos a nuestra auténtica naturaleza, es decir, dejamos lo falso y abrazamos la verdad.
Jesús María Bustelo Acevedo
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