Verdadera seguridad

Sólo en la luz del amor que desprende nuestro verdadero ser hallamos seguridad. El ego nos ofrece una falsa seguridad, que consiste en protegernos rodeados de tinieblas, como si fuéramos delincuentes que va a hacer algo malo. Pero aquel que se protege con las tinieblas tiene miedo de todo; por ello esa necesidad permanente de engañar, de ocultar, de mentir, que se tiene cuando se está aferrado al ego. Si te proteges con las tinieblas, al final te percibes a ti mismo como un ser tenebroso y es así como percibes a tus semejantes. La luz del amor deshace esas tinieblas; la luz del amor es la verdad de nuestra vida, el goce de nuestra plena libertad, nuestra alegría espontánea y nuestra condición amorosa; así es nuestra naturaleza real y así fuimos creados por Dios, con esa luz y en esa luz que nos da seguridad infinita.

Jesús María Bustelo Acevedo

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